miércoles, 23 de febrero de 2011

Golpe de Estado en Santiponce


El día en el que se conmemoran 30 años de un intento frustrado, de un asalto a la democracia fundamentado en una situación insostenible que tenía a las Fuerzas de Seguridad del Estado como diana de bombas y tiros en la cabeza por la espalda, de depresión económica con Alemania como huida hacia adelante, el bigote de Tejero se hizo presente en el pabellón poncino. Centenares de guardias civiles invadieron el Congreso de los Diputados. Y sólo nueve civiles endosaron 40 puntos de desventaja al CB Itálica en un partido nefasto (25-65).


Golpe al sueño de la segunda victoria en la Liga Maxibasket. Los tiros del hemiciclo resonaban en nuestras cabezas cuando los gigantes cabezudos violaban nuestro aro una y otra vez con otra clase de tiros. Qué bien nos hubiese venido tener en el banquillo a Gutiérrez Mellado para poner un poco de orden. El 'coach' Alfonso, armado con su pizarra, trató de dibujar una estrategia simple para derribar el muro defensivo de Er Toti. Vaya nombre. Un nombre pachanguero para un equipo temible. El arsenal de pivotones de Er Toti fue demasiado para el mermado juego interior del conjunto itálico merced a la baja de Curro Villodres. Aramburu Topete se topó con el tapete multicolor de la democracia y nosotros nos topamos con una dictadura de altura.


De todas formas, Luisfer y Edu se fajaron de lo lindo contra las torres visitantes, con la ayuda de Núñez Barral, García Conejo, Bermúdez y... ¡Armando! Nuestro fino tirador jugó algunos momentos por dentro sin importarle la diferencia de centímetros. Ése es el espíritu del Chamán Pajartillo. Disipar la nube de humo de la inseguridad y convertirla en una resistencia terca, perenne, con la mirada siempre puesta en la lona, como la del tigre Rocky Balboa, pero con la intención de mantener la cabeza alta y levantarse tras cada envite.


Manu trató por todos los medios de robar balones metiendo su manita por detrás, por delante, de lado, en diagonal... No había manera. Er Toti quemó las tapas de chicharrones y los vasos de mosto corriendo el contraataque como posesos. Hubo que parar esa sangría con un "¡Quieto todo el mundo!" en forma de falta contundente por parte de Núñez Barral que fue señalada, injustamente, como antideportiva. Las personales nos las empezamos a tomar como algo personal. 21-9. No puede ser que nos piten más del doble de faltas que al rival. Y ellos sí metieron la mayoría de los tiros libres. Ahí tenemos los 40 puntos de diferencia definitivos.


En la primera mitad se nos quedó la cara de José Bono en el Congreso cuando el hombre del bigote entró hasta la cocina en el templo de la Constitución. Queríamos y no podíamos. Luisfer fintaba, pivotaba y saltaba, pero se quedaba sin espacio ante el músculo totiano. Edu llegaba con empeño y dedicación hasta abajo, pero fallaba por la intimidación del rival y por la exigencia defensiva. Los víctores oxigenaron muy bien desde el perímetro (lástima que no tirasen más) y Manu no encontró su juego de dribbling y desequilibrio (una única entrada preciosa con la mano izquierda).


En el segundo periodo, el CB Santiponce realizó un homenaje a Alfonso Armada y se replegó con la mandíbula apretada y con la mentalización de jugar para divertirse. Solo que la diversión llega cuando la pelotita entra por el aro. Y anoche la pólvora estaba chorreando: cinco puntos en los primeros 10 minutos y un total de cuatro durante el último cuarto para un total de 25 en 40 minutos (sic). Ni triples ni tiros de cuatro metros ni jugadas de espaldas al aro... Más erráticos que Marisa Naranjo dando las campanadas de Fin de Año. Fernando se rebeló con un triple eléctrico, pero fue como la perorata que soltó Fraga a las nueve de la mañana del 24-F. Una pataleta sin consecuencias. Rafa trató de mandar desde la posición de base, pero la opacidad del ataque local era demasiado densa. El golpe de la escuadra totiana tenía el apoyo del rey y no podía abortarse. Ni las 15 unidades de la división acorazada de tierra del Ejército español que llegaron al Congreso en la madrugada del 23-F hubieran podido evitar la hecatombe poncina. La masa social no se echó a la calle para pedir clemencia por los gladiadores ensangrentados. Ni siquiera Diego, nuestro servicial portero del pabellón, se dignó a ver nuestras evoluciones. O, mejor dicho, involuciones. Se requiere un entrenamiento espartano para que este 23-F se convierta, en próximos partidos, en un 22-D (el día de mi cumpleaños, feliz y blanco).


Para animar a mis huestes, sólo se me ocurre citar una deliciosa (adjetivo homenaje a mi amigo Esteban) arenga de un grande de las batallas de todos los tiempos: "Yo soy William Wallace y estoy viendo a todo un ejército de paisanos míos aquí, desafiando a la tiranía. ¡Habéis venido a luchar como hombres libres! ¡Y hombres libres sois! ¿Qué haríais sin libertad? ¡¿Lucharéis?! Luchad y puede que muráis. Huid y viviréis, un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho dentro de muchos años... ¿No estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy hasta entonces por una oportunidad? ¡Sólo una oportunidad! ¡De volver aquí a matar a nuestros enemigos! Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán... ¡¡¡LA LIBERTAD!!!

jueves, 17 de febrero de 2011

Donde lo increíble sucede


La NBA es referencia mundial en marketing y publicidad. Sabe cómo vender el producto. Luces, cámara... ¡Acción! Como en una película de Hollywood, las 'celebrities' musculosas protagonizan un espectáculo rodeado de televisión, música, palomitas y emoción a raudales. Una de sus sensacionales 'promos' consiste en adaptar música de rap a declaraciones de entrenadores y jugadores. En una de ellas, el entrenador de los Celtics, 'Doc' Rivers, rapea: "Determination, heart, discipline...". Claves de un triunfo importante de Boston. Claves de cualquier victoria en cualquier liga del mundo. Pero, a veces, un grupo de luchadores puede contener este axioma y, sin embargo, perecer en una cancha enemiga. Como ocurrió ayer a orillas del río Guadaíra bajo la luz de la luna llena (44-49).


'DETERMINATION': El CB Itálica mostró determinación defensiva durante casi todo el partido. La clásica zona de ajustes 2-3 funcionó y no permitía tiros cómodos. Hasta que la alargada sombra del jugador número 6 del Qalat se hizo visible bajos los aros. También hubo determinación a ratos en ataque, aunque con una clara rémora desde el perímetro, carencia que se está volviendo endémica. Y faltó determinación en los momentos de máxima presión para irse a por el aro con claridad y para enderezar un juego interior muy deslavazado.


'HEART': La química que existe entre los integrantes del conjunto pajartillero es directamente proporcional al corazón que exhiben en cada jugada. Gracias a ese pundonor, los visitantes se pusieron 12 puntos arriba en el marcador. Cuando este equipo puede correr, es otra historia. Cuando defiende mordiendo, el panorama se vuelve menos hosco. ¿Cómo se pueden robar tantos balones y perder? Misterio resuelto con el desacierto ofensivo del último cuarto. Precipitación. Bisoñez en encuentros trabados. Demasiado buen corazón en una liga repleta de tipos rudos, de canosos curtidos que son capaces de recibir una tarrascada y luego meter los tiros libres sin pestañear.


'DISCIPLINE': La disciplina defensiva del CB Itálica durante casi todo el partido contrastó con algunos instantes de Juan Palomo en ataque, propiciados por la fuerte defensa individual del equipo alcalareño: problemas para subir el balón con fluidez; problemas para meter los tiros libres tras el sobreesfuerzo defensivo; problemas en el gemelo del pilar Curro; seis puntos consecutivos del Qalat sin que el tiempo corriese prácticamente para culminar la remontada... Los problemas crecieron y la disciplina devino en desesperación y cara de póquer. Nueva derrota gracias a la determinación local y a la inconsistencia del conjunto poncino en el último cuarto.


El futuro de los hombres de Manuel García Conejo en la Liga Maxibasket pasa por apuntalar unos pocos conceptos ofensivos, definir bien los roles de cada efectivo y mostrar una mayor dureza mental en los minutos calientes de los encuentros calientes. El acierto desde el perímetro tiene que llegar (hay que seguir dándole palos a la burra); los rebotes se tienen que cerrar a muerte (aquí el árbitro debería PITAR los manotazos propinados a Edu y a Luisfer); el porcentaje de tiros libres debe subir como la espuma; y la suerte debe caer de nuestro lado alguna vez.


Las 'promos' de la NBA terminan con un eslógan: 'Where amazing happens' ('Donde lo increíble sucede'). Esta frase vale para definir el choque de ayer en Alcalá. Porque el Qalat no se puede creer que haya ganado un encuentro que, a falta de siete minutos para el final, tenían perdido. Porque es increíble la intensidad mostrada en defensa por los gladiadores de Itálica. Porque hay que saber que lo sorprendente es que estos 12 hombres (ayer nueve y medio), que tienen cargas familiares, laborales, físicas, mentales y económicas, se pongan de acuerdo en pleno siglo XXI para jugar al deporte más bonito del mundo dos veces por semana y se animen cada vez que algún miembro de la manada se despeña o se bloquea. Si nos caemos seis veces, nos levantamos siete. Y así seguiremos. Así viviremos. Pensando en dar lo mejor sobre la cancha sin importar el resultado. Porque la victoria es poder practicar el basket defendiendo la filosofía de la pachanga con el apoyo moral de dos mujeres de bandera que aparcan sus compromisos para ir a vernos (Lupe y Laura). Que los próximos rivales de la escuadra romana sepan que tendrán que esforzarse al máximo, al 150%, para poder ganar. Que los suplentes tendrán que quedarse afónicos animando a sus huestes si quieren tener opciones. Que deberán concentrarse para meter los triples con una mano en la cara. Que tendrán que comerse con papas los tapones de Edu. Que se verán obligados a plantear alternativas a la presión defensiva de Guirado, Gracia, Bermúdez, Conejo, Zarandieta, Medina y Núñez Barral. Que resoplarán una y otra vez ante los robos y posteriores bandejas fáciles de Manu. Que no sabrán defender a nuestro Toni Kukoc particular: el señor Perea. Que tendrán que hacerle dos contra uno continuamente a Edu para parar sus acometidas ofensivas. Todos a una. Todos con los codos en los ojos del empequeñecido oponente. La brisa pajartillera que toca en la cara al resto de equipos crecerá y crecerá hasta convertirse en una ventolera. En un tornado atronador.

jueves, 3 de febrero de 2011

El Mono Borracho en el Ojo del Tigre


Es complicado elaborar una crónica desde dentro. No se puede ser juez y parte de un suceso. Vives la vorágine de un partido (cuatro cuartos, descanso, tiempos muertos, rueda de calentamiento 'sui generis', cambios, lluvia de conceptos baloncestísticos, faltas no pitadas, pasos en falso, pérdidas, sudor, personas que cortan por la zona de forma vertiginosa, balones que no entran, otros que te dan en la cabeza, individuos que se empeñan en estamparse contra el suelo...) que llevas esperando días y se transforma en un 'coitus interruptus': "¿Ya?".


El Club Baloncesto Gines pasó como el ciclón que azota Australia por la milenaria localidad de Santiponce. Fue un elefante fibroso levitando sobre una cacharrería repleta de imprecisiones, indecisiones y óxido. El parcial 15-0 y 4-25 (sic) hacía presagiar una tormenta del desierto digna de Bush padre. Pero el espíritu de Patton invadió el CB Itálica en el segundo cuarto: la salida de la dupla Conejo-Núñez Barral imprimió una mayor intensidad defensiva y otro aire en ataque: bloqueos ciegos y visibles permitían a los tiradores lanzar y a los penetradores cortar por la zona. 'Pick and roll'. 'Pick and pop'. La esencia del basket moderno. De esta manera, con un Manu espectacular durante todo el encuentro, la ayuda siempre imprescindible de Curro, el desparpajo acertado de Zarandieta y la amenaza constante que supone Osorio para el 'center' contrario, los pajartilleros dejaron al CB Gines en 9 puntos, colocándose a tan sólo ocho de desventaja.


Pero la manada de bisontes despertó y ya no se les pudo echar el lazo. Siete, Nueve y Once se convirtieron en los tres mosqueteros, propinando golpes con sus respectivos floretes en forma de triples, entradas y contraataques durante el tercer cuarto, volviendo la distancia, esa entelequia que hace que se rompan las parejas, las amistades... y los partidos. La mediación arbitral tuvo un papel protagonista durante todo el encuentro: pitadas continuas de pasos sospechosos; faltas de los ginenses no señaladas; faltas dudosas de Curro y Edu; tres segundos en la zona... Este soniquete en el fragor de la batalla enervó al capitán Conejo, que exclamó de forma vehemente justicia. El resultado, una técnica y amenaza posterior. La amenaza fantasma. Ésa que teníamos que haber declarado nosotros en la cancha y se quedó sólo en fantasmada.


El último cuarto dejó algunas pinceladas más de dureza (Fernando corría, se caía y volvía a yacer en el suelo ante la perplejidad de las novias de los ginenses; Conejo forzó una falta en ataque que le llevó al hábitat de Fernando, arrastrando con él a Núñez Barral), la intensidad impagable de Armando (y su manita), alguna cosita de Villodres y la constatación de que Manu tiene que jugar siempre de base, que es en la posición en la que puede hacer más daño: pasando, tirando, penetrando o haciendo lo que le dé la gana.


Al final, 37-61 y la sensación de que el CB Itálica debe afrontar el comienzo de los partidos más enchufado, con tácticas precisas para doblegar una defensa individual y desplegar una buena respuesta defensiva desde el principio. El nivel de equipos como Gines o Maxicaja exige un plus por parte de los 12 integrantes de la escuadra pajartillera, incluido el barrillo letal de Luisfer. Este examen del MIR baloncestístico se puede resumir con el título de una vieja película de kung-fu: El Mono Borracho en el Ojo del Tigre. Con una pequeña diferencia: en el filme, Jackie Chan beodo es capaz de apalizar al villano felino, mientras que ayer, en el pabellón poncino, los tigres se bebieron toda la cerveza después de darle zarpazos mortales a los monos del lugar.