miércoles, 25 de junio de 2008

El Anillo Único


Ganas. Convicción. Fuerza. Pasión. Entrega. Cinco elementos primordiales para vencer en cualquier ámbito de la vida. El baloncesto no es una excepción y la paliza que le propinó Boston a Los Ángeles en el sexto partido, por 39 puntos de diferencia, puede abordarse desde varios prismas: la bisoñez de Gasol y casi todo su equipo en las Finales; los errores de Phil Jackson en el planteamiento táctico; la firme voluntad de los verdes por conseguir la gloria, a sabiendas de que el 'Big Three' puede que no tenga otra oportunidad; la veteranía de Posey y Cassell, clave en la consecución del tercer triunfo, etcétera.


Jackson se equivoca al cargar las tintas sobre Pau, porque éste ha jugado de 'cinco', cuando es un 'cuatro' redomado. Ha tenido que percutir contra cuerpos más vigorosos que el suyo y no ha podido salir a tirar y a jugar de cara, porque para eso ya estaba Odom. Sí hay que reconocer que debería haber asumido más tiros a canasta y no haberse preocupado tanto de buscar al compañero mejor posicionado (siempre será mejor un lanzamiento de Gasol bien defendido que un tiro solo de Farmar o de Turiaf).


Ahora se abren muchas incógnitas: ¿Logrará 'Doc' Rivers crear una dinastía con jugadores que rebasan la treintena y, en algunos casos, rozan la cuarentena? ¿Relegará Jackson a Gasol a la suplencia en favor de Odom cuando vuelva Andrew Bynum? ¿Seguirá el buen rollo en el vestuario de los Lakers tras el fracaso en las Finales? ¿Podrán fichar a un base de garantías? Y lo más importante, ¿le pasará factura a Pau el esfuerzo de las Finales en los Juegos Olímpicos? ¿Acusará Ricky su inexperiencia en una competición de adultos? ¿Quién será el descartado: Berni o Claver? ¿Y a qué nivel jugará el ex-defenestrado Garbajosa? Todo esto y mucho más, en los próximos meses.

lunes, 9 de junio de 2008

Tan cerca, tan lejos


Los dos primeros asaltos del combate han tenido un claro color dominante: el verde de los célticos, de la franquicia con más títulos NBA, del parqué añejo y de un equipo blanco que se ha ido degradando hacia el negro vacilón de Paul Pierce, Rajon Rondo y el zahíno de Kevin Garnett. En el primer encuentro, los Lakers tuvieron el coraje de su lado durante la primera parte, pero perdieron el buen karma en la segunda, porque los veteranos suplentes (PJ Brown, Cassell...) dieron la talla, mientras Farmar, Vujacic y Turiaf se perdían en un mar de dudas e imprecisiones.


Gasol no pudo con Garnett y por ahí se fueron las opciones moradas. También influyó decisivamente la pájara de Kobe Bryant, que no se encontró a sí mismo hasta el final del segundo partido. Pau se mostró un poco más agresivo y aportó su calidad en ataque, pero el martillo pilón de Boston destrozó el partido en el tercer cuarto. La épica remontada no se culminó y ahora los Lakers tendrán que ganar tres partidos seguidos en el Staples Center (o por lo menos dos), si quieren tener opciones de ponerse el anillo único.


El carisma de Jack Nicholson, el histriónico Banderas, la eterna Dianne Cannon y el guapete Dicaprio arroparán al 'Barbas' en un apasionante tercer round de una batalla mítica. Para ganar, sólo hace falta estar dispuesto a chocar, chocar y chocar, a tirarse al suelo una y otra vez a por el balón, a tener paciencia, a elegir bien los tiros, a hacer piña y a respetar la camiseta amarilla.

lunes, 2 de junio de 2008

El amarillo da buena suerte


En un mundo lleno de catetos, cobardes, malos amigos e irresponsables, es bueno encontrarse con que la cancha, el parqué o el albero nunca fallan. Pueden fallar las personas, pero el juego está por encima de miserias humanas. Es más, el juego hace grandes a hombres tan lánguidos como Pau Gasol, que vivirá un sueño tremebundo en la madrugada del jueves al viernes, cuando protagonice el salto inicial junto a Perkins, de los Celtics.


Sí, es la final soñada, pero en 21 años todo ha cambiado. Los blancos del Este (Bird, McHale, Ainge o Walton) están ahora en el Oeste y son de Europa (Vujacic, Radmanovic, el propio Pau...) y se da la circunstancia de que Luke (Walton) podrá vivir en sus carnes las batallitas que le contaba su padre Bill. Desde la final entre San Antonio y Detroit, no vivíamos un duelo tan igualado a priori. Cada argumento baloncestístico de los Lakers se contrarresta con otro similar en los Celtics: contundencia bajo tableros y polivalencia para tirar de fuera (Odom, Gasol y Turiaf versus Perkins, Garnett y PJ Brown); tiro exterior (Vujacic, Radmanovic y Fisher contra Allen, Rondo y Posey); rapidez en el contraataque (Rondo versus Farmar) y grandes dosis de carisma.


Bajo mi punto de vista, tres elementos pueden decidir la contienda a favor de la Fiebre Amarilla en una serie a siete partidos: la juventud de su plantilla, la pizarra de Phil Jackson y el mejor jugador del mundo en estos momentos, el intenso Kobe Bryant. Sólo espero que Gasol no falle ningún tiro clave (sería demasiado para su psicoanalista) y que pueda tener su minuto de gloria con algún tapón fundamental o algún gancho 'jabbariano'.


En 21 años, los mandos a distancia, los tatuajes, la mala educación, las videoconsolas y la censura se han multiplicado, pero en el cine siguen echando Indiana Jones; The Police continúa cantando 'Every Breath You Take'; Rambo es el rey de la selva; Modestia Aparte, Hombres G, Tequila, Alaska y La Unión reivindican la movida del siglo XXI; y yo sigo añorando el vídeo Beta. Ojalá, como en 1987, la alegría llegue a las colinas de Hollywood con un alarido de Jack Nicholson, que sigue siendo el mismo.