lunes, 22 de octubre de 2007

El largo adiós


Gracias por brindarme una semana inolvidable. Por el VIPS y los paseítos. Por 'La Panza es primero' y por los viajes en el túnel del tiempo del metro madrileño. Por el chuletón del Abrasador y por la foto del Ángel Caído. Por ese pasillo interminable y las chocolatinas suizas de madrugada. Por el bocadillo de calamares y el Alpe D'Huez hacia el Arena. Por la batería del Sony Ericsson y el manual de 'Cómo ligar en dos minutos'. Por la magia, por las conversaciones irrepetibles sobre la historia de nuestro deporte, por todo.


Al jaranero 'Pupi' y al Catedrático del Basket.

Toro Salvaje


Lo interesante es imaginar lo que estaba pasando de pecho para abajo. No, el toro de gomaespuma no me estaba cogiendo la minga. Sólo me pegó un puñetazo en la boca del estómago. Dan fe Juanma González y Alfonso, que se divirtieron de lo lindo ese día.

Oda a la afición griega


Siempre he criticado la violencia de la hinchada griega en baloncesto. Cabe recordar los lanzamientos de botellas, monedas y sillas en Salónica (Epi, Sibilio y Norris dan fe) o las amenazas a aficionados de otros países o equipos. Sin embargo, este Eurobasket revelador me ha reconciliado con ellos, con su magia, impuesta a golpe de ritual tribal. Pone los pelos de punta cuando todos dan la espalda a sus jugadores, agarrados, botando sin cesar y cantando una especie de mantra incunable. Junto a los lituanos, fueron los únicos que animaban sin cesar durante el partido, desde el calentamiento hasta que se iba el utillero gordinflón. Suerte de marea azul, caras pintadas, capas, tambores, banderas... Los dioses deben estar contentos, aunque se quedasen a las puertas de medalla.


La instantánea es un ejemplo de comunión entre dos culturas, dos países, dos pasiones y dos filosofías de basket: la diosa griega que me roza empezó y acabó con una sonrisa, a sabiendas de que lo importante es disfrutar del camino y de que los cámaras de La Sexta estaban locos por ella. El onubense rellenito se ilusionó como siempre y estuvo una semana en plan autista porque la puñetera canasta se salió del aro en un espectáculo dantesco de birlibirloque. Y, mientras, Helena 'Ojos Azules' regresó a Mikonos con su maromo disfrazado y con la certeza de que siente verdadera devoción por las penetraciones de Papaloukas y Diamantidis. Yo, por mi parte, me enamoré de Calderón, volví a Santiponce y recordé que, hace unos años, bajábamos la cabeza tras ser eliminados en cuartos o en la liguilla. La venganza se convertirá en un cuento chino.

Un verdugo de otros tiempos


Retrospección: Solozábal sube el balón y ordena jugada; Epi corta por la zona, recibe, finta y sufre un gorrazo de Tachenko. Contraataque de color rojo intenso. Valters lleva la hoz y Kurtinaitis, el martillo pilón. Final del encuentro. La URSS gana a España 112-76 (sic).


Rimas, contemplado en toda su humanidad y sin bigote, impone un respeto ancestral. Su muñeca prodigiosa, valedora de muchos títulos, se une ahora a su carácter ganador en los banquillos de Lituania. A diferencia de Obradovic, fue él quien me echó el brazo por encima y no al revés. Fue lo más cerca que me quedé de oler a Sabonis. Pero Rimas es una leyenda viva de este "puto deporte que tanto me gusta", como diría otro mito (éste de las canchas de madera, hierro y jaramagos) llamado Olivares. Rimas, el gran poeta de la cesta, comprobó el cálido sabor del bronce, mientras otros teníamos una mala digestión de plata. Huelva y Vilna se dieron la mano en una imagen para la historia: la mano obediente y adusta del admirable baloncesto soviético versus la manita que no se rinde ni en el Estrada, ni en el San Pablo, ni siquiera en el Plantinar.

Estertores del Eurobasket Vol. II


En mi discurrir por los tiempos muertos de las jornadas maratonianas de los octavos de final del fatídico torneo del pasado verano, me di de bruces con el colega Zeljko. El seis veces campeón de la Euroliga accedió a posar con Paco Núñez (joder, ya habló de mí en tercera persona, como Aída) en plan 'perdonavidas', como se puede apreciar en la foto. ¿O quizá sufría una depresión por el batacazo supremo que se había dado Serbia en el 'Euro'? No, posiblemente sean las camisas que le hace ponerse su mujer en homenaje sentido a Sonny Crocket. Bueno, en cualquier caso, es lo más cerca que he estado de sentir el espíritu de Petrovic (fue campeón del mundo como jugador al lado del genio de Sibenik en Argentina 90, junto a los Savic, Kukoc, Radja, Divac, Perasovic y compañía en el último título de Yugoeslavia antes de la Guerra de los Balcanes) y de rozar con la yema de los dedos esa garra perdida en el baloncesto de salón de la actualidad.

Pequeño gran base


Sí, amigos. Ése rubiales con pinta de cantante de OT es, nada más y nada menos, que Rafa Jofresa, el hombre que más partidos ha jugado en la historia de la ACB durante más de 20 años de excelsa carrera. Viéndole de cerca, parece que está para jugar y, en un uno contra uno, quizá podría imponer mis kilos, porque, como véis, es de mi altura. Son los estertores del Eurobasket Volumen I.