miércoles, 12 de diciembre de 2007

Ricky Rubio, el jugador total


Tiene cejas pobladas como Macario, pero nadie se ríe de él. Anda un poco desgarbado, casi sin cuello (como otro prodigio, el díscolo Fernando Alonso), con las calzonas por los tobillos y con un rostro que nunca refleja ni sufrimiento ni alegría ni desasosiego ni cansancio. Sólo concentración e intensidad.


Pude ver de cerca al fenómeno Ricky Rubio el pasado sábado en el San Pablo y, en unos pocos minutos, dio un clinic de pase, tiro, dribbling y defensa. El posible número 1 del draft de 2009 tiene 17 años y empezó a jugar en la ACB a los 14, con lo que tiene ya mucha más experiencia que otros nuevos valores (mayores que él) como Víctor Claver o Sergi Llul. Y tiene en su haber la canasta más decisiva y espectacular de la historia de la selección española: el tiro en suspensión desde el centro del campo que le dio la prórroga (y la victoria ulterior) a España cuando Rusia ya celebraba el oro del Eurobasket ¡CADETE! de 2006 en Linares con unos números de otro planeta.


Puede jugar (de verdad, Lolo) en tres posiciones, pero quizá su mayor virtud sea la capacidad de penetrar y doblar y su capacidad innata para robar balones y forzar faltas en ataque. Y la cabeza de jugador maduro por obra y gracia de sus padres. Me imagino a Ricky convirtiéndose en Ricardo los lunes por la mañana al entrar en el instituto. Ligará tela, sobre todo porque habrá compañeras suyas barrillosas que tengan un póster de Ricky en la carpeta. Y el profesor de Educación Física, dejando un rastro sospechoso de baba, le dirá que cuente batallitas de la ACB en clase y le pasará la mano en el Test de Cooper.


La sociedad Ricky-Rudy va a darle grandes alegrías esta temporada al Joventut y puede que ese dúo mágico vuelva a darse en la NBA, aunque actualmente Ricky es suplente de Rudy la mayor parte del tiempo. Estamos ansiosos por ver cómo se deselvuelve el Cyrano de Bergerac del básket con Felipe, Navarro, Calderón y compañía en la selección española sénior. Esperemos verle brillar en el país del Sol Naciente.

1 comentario:

Ledem dijo...

¿Le hara gracia que le llames Cyrano?