lunes, 2 de junio de 2008

El amarillo da buena suerte


En un mundo lleno de catetos, cobardes, malos amigos e irresponsables, es bueno encontrarse con que la cancha, el parqué o el albero nunca fallan. Pueden fallar las personas, pero el juego está por encima de miserias humanas. Es más, el juego hace grandes a hombres tan lánguidos como Pau Gasol, que vivirá un sueño tremebundo en la madrugada del jueves al viernes, cuando protagonice el salto inicial junto a Perkins, de los Celtics.


Sí, es la final soñada, pero en 21 años todo ha cambiado. Los blancos del Este (Bird, McHale, Ainge o Walton) están ahora en el Oeste y son de Europa (Vujacic, Radmanovic, el propio Pau...) y se da la circunstancia de que Luke (Walton) podrá vivir en sus carnes las batallitas que le contaba su padre Bill. Desde la final entre San Antonio y Detroit, no vivíamos un duelo tan igualado a priori. Cada argumento baloncestístico de los Lakers se contrarresta con otro similar en los Celtics: contundencia bajo tableros y polivalencia para tirar de fuera (Odom, Gasol y Turiaf versus Perkins, Garnett y PJ Brown); tiro exterior (Vujacic, Radmanovic y Fisher contra Allen, Rondo y Posey); rapidez en el contraataque (Rondo versus Farmar) y grandes dosis de carisma.


Bajo mi punto de vista, tres elementos pueden decidir la contienda a favor de la Fiebre Amarilla en una serie a siete partidos: la juventud de su plantilla, la pizarra de Phil Jackson y el mejor jugador del mundo en estos momentos, el intenso Kobe Bryant. Sólo espero que Gasol no falle ningún tiro clave (sería demasiado para su psicoanalista) y que pueda tener su minuto de gloria con algún tapón fundamental o algún gancho 'jabbariano'.


En 21 años, los mandos a distancia, los tatuajes, la mala educación, las videoconsolas y la censura se han multiplicado, pero en el cine siguen echando Indiana Jones; The Police continúa cantando 'Every Breath You Take'; Rambo es el rey de la selva; Modestia Aparte, Hombres G, Tequila, Alaska y La Unión reivindican la movida del siglo XXI; y yo sigo añorando el vídeo Beta. Ojalá, como en 1987, la alegría llegue a las colinas de Hollywood con un alarido de Jack Nicholson, que sigue siendo el mismo.

1 comentario:

Ledem dijo...

Y Pepu? ¿que pasa con el unico entrenador que ha hecho a España CAMPEONA DEL MUNDO DE BALONCESTO?

El pobre que llegue tiene el liston muy alto.