martes, 3 de febrero de 2009

¿Y CÓMO ES ÉL?


Después de hacer uno de mis mejores partidos desde que pertenezco a ese club de abnegados baloncestistas maduros que se llama CB Pajartillo, me dispuse a hacer el itinerario diario en internet: infojobs, infoempleo, oficina virtual del SAE, computrabajo, mi correo de hotmail, marca.com... Y, como siempre, busqué en la carpeta de archivos bajados la canción perfecta para ese momento del día. Con alegría, me di cuenta de que el directo de José Luis Perales ya estaba listo, recién salido del disco duro de algún individuo sensible y nostálgico, como yo.


Pues bien, usé el maravilloso Windows Media Player para escuchar uno de los mejores himnos del desamor en español, una canción que te pone los pelos como escarpias aunque seas el tipo más duro de la banda. ¿Creéis que Roger Federer lloró por haber perdido con Nadal? Qué va. Lo que pasa es que, en ese instante, a alguien del público le sonó el móvil y tenía como politono "¿Y cómo es él?", del gran Perales.


De repente, me vinieron muchos recuerdos de la infancia, cuando mi hermano estaba de 'burundeo' con su primera novia y se ponía todas las tardes una cinta BASF con los grandes éxitos de un hombrecito que cantaba de una manera peculiar: doblando la cabeza y encogiéndose de hombros (véase la excelsa imitación de Josema en la época dorada de Martes y 13). Era Perales, un compositor que un buen día decidió que ya estaba bien de que las grandes estrellas del momento cantaran sus canciones (Rocío Jurado, Raphael, Julio Iglesias...). Un ingeniero tímido denostado por muchos que no tuvo la capacidad de venderse a sí mismo como otros de su generación. Tampoco se plegó nunca a ningún requisito comercial, nunca hizo canciones en plan 'Queco'. Toda su obra está repleta de sentimiento, desde 'Celos de mi guitarra' (¡Qué bonito ha sido recordarla hoy, con agujetas y todo!) hasta 'Un velero llamado libertad', pasando por 'Amada mía'.


En unos tiempos de 'revivals', en los que hasta Pablo Abraira está preparando un disco nuevo, hay que reivindicar a José Luis, un dechado de candidez y uno de los últimos jinetes de la canción española concebida como arte simple nacido de la inspiración espontánea, no un producto de laboratorio que se evapora entre tus manos por su inconsistencia, como Luis Fonsi o Melendi.


Usando un símil baloncestístico, mientras Carlos Baute se quedará siempre en la puerta, por mucho que menee compulsivamente sus caderitas, Perales entrará en la casa de mi corazón hasta la cocina. Os invito a que os bajéis 'PERALES: 35 AÑOS. EN DIRECTO' para recordar que España no sólo es una potencia en tenis y basket. También lo es en la música, en la balada, en la sinuosidad de una voz, en la descripción de los diferentes estadios del amor. Mientras pienso en la cantidad de triples que he metido hoy (creo que han sido siete u ocho), no dejo de emocionarme con canciones de ayer, hoy y siempre.

2 comentarios:

Carmen Alcázar dijo...

Hola pakito!!! No pude despedirme de tí y he estado día tras día por responderte a tu mail de despedida... Toda la suerte del mundo en tus proyectos futuros pq te la mereces, y todos los que aún seguimos aquí aguantando los vaivenes laborales, jejee.
Y, mientras tanto, yo seguiré atenta a tu blog, a tu genial toque cuando escribes al que ya me enganché en el Huelva.

¡Suerte, maestro!

Un besote enorme!!
Carmen

Jesús Pulido dijo...

Killo Paco, no dejas de sorprenderme, aunque tengo que reconocer que lo haces positivamente, puesto que tus gustos musicales son exquisitos, por lo que leí ya otras veces en tu blog y por lo que también pude comprobar en persona en el concierto de Los Secretos en Huelva.

La próxima actualización de mi blog está al caer. A ver si le echas un vistazo. Un saludo