viernes, 9 de octubre de 2009

Cinco reflexiones sobre el comienzo de la ACB


Quedan horas para el pistoletazo de salida de la Liga ACB, el lugar donde podemos visionar de forma más continuada a los mejores jugadores de España y buena parte de las joyas europeas. La ilusión vuelve a nuestras vidas, pero, como siempre, afilo mis cuchillos para lanzar diez dardos al vuelo, ahora que todo el mundo está ensimismado en los flashes de la presentación, en la puesta de largo oficial y en las expectativas estratosféricas.


1-El factor 'Ricky': El chaval ha vivido un infierno en verano y el otoño se abre para él como un parque repleto de hojarasca donde pisar blandito. Por ahora, no llueve. Hace sol y todavía Navarro no se pone el suéter, pero, como en todos los deportes, si el Barcelona no consigue ningún título, vendrá el frío y llegará Laporta como un Wendigo vengador a arrasar con todo lo que se ponga por delante. En principio, el Barça tiene EL EQUIPAZO, con mayúsculas. Debe dominar la pintura con Fran Vázquez, el Lorbek con peor peinado y Mickael, entre otros. Tiene que llevar los partidos a 80 puntos con el francotirador Lakovic, el sempiterno Basile y la Bomba. Y, sobre todo, debe recordar al Barça de Aíto en defensa, con Rubio a la cabeza. Sus brazos son látigos que siempre hacen daño en la carne del rival. Y sólo tiene 18 años...


2-Las lesiones del Madrid: Si Felipe y Van den Spiegel no se incorporan pronto, el equipo de Messina tardará en jugar como el CSKA de Moscú. Lo demostró contra Utah Jazz. Aunque sea un partido amistoso, estás representando a tu país frente al universo NBA. Y además, juegas en casa. No puedes dar esa lamentable imagen, sacando del banquillo al pobre Iñaki de Miguel para defender a una roca después de haber jugado contra el Huelva en la Leb Plata. Las buenas vibraciones provienen de Kaukenas, Lavrinovic, que sin estar al cien por cien hizo su partidito, y Llul. Todavía se espera a Vidal y al mejor Prigioni. En la mano de estos veteranos (cuidado con la acumulación de partidos) está que la Liga se retrotraiga a los 80 y se resuma en un duelo de titanes.


3-Caso Obradoiro: Esto no es un dardo, es un homenaje. Veinte años después, el Obradoiro podrá jugar en ACB. Ahora se llama Xacobeo Bluesens y han podido confeccionar una plantilla curiosa para optar a la permanencia. De entrada, mañana podremos ver al que fue verdugo en su día del Cajahuelva contra el Regal Barcelona.


4-Las decisiones extrañas (o incompetencia) de TVE: Desde hace algunos años y, sobre todo, desde que falta Pedro Barthe, el baloncesto es maltratado en Televisión Española. Lo ponen a la misma hora que los partidos de fútbol del sábado; no ponen anuncios sobre el partido de la semana; el pre-partido y el pos-partido son horrorosos (¿Hasta cuándo tendremos que aguantar a Virtudes Fernández?), cuando no inexistentes; sólo retransmiten un partido, pudiendo dar dos o tres a través de Teledeporte. ¿Por qué tenemos que soportar un encuentro de tenis entre Fabrice Santoro y Kolsreiber del master de Laponia y nos tenemos que perder un Unicaja-Caja Laboral, por ejemplo? ¿Seguro que hay más gente viendo al viejecito Santoro que disfrutando de la defensa de Carlos Jiménez? Venga ya...


5-La identificación con los colores: Un apartado que no ayuda a vender el baloncesto es que muchos equipos renuevan casi toda la plantilla de un año para otro. Hace 20 años, te sabías de memoria las plantillas de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Joventut. Ahora, aunque seas forofo del Cajasol, es casi imposible saber quién es el nuevo base o de dónde viene ese tal 'Birigenotrofopovic' de turno. ¿Y dónde está el bajito que lo hizo tan bien el año pasado? Pues no había presupuesto suficiente para pagarle la ficha y se ha tenido que ir a Turquía o a Rusia. Desde ELDESMARQUE, pedimos a los clubes que hagan todo lo posible por mantener la columna vertebral de un equipo que no se llame Madrid o Barça dos o tres años, a ver qué pasa. Seguro que habrá muchos más aficionados gritando el nombre de 'Asselin' o de 'Velickovic' en la grada. Y luego se quejan de que la gente aquí no anima como en Grecia o en Israel. Es que allí, señores míos, los jugadores nacionales no emigran a ninguna otra Liga, quitando el caso anecdótico de Papaloukas, que ya ha vuelto, y de Spanoulis, que duró la risa de un loco en Houston. En fin, la pescadilla que se muerde la cola.


Esperemos ver una Liga vibrante, con partidos igualados, con jugadas espectaculares protagonizadas por Berni, por Carlos Suárez, por Garbajosa, por Llull y por la armada extranjera. Que la Liga ACB sea la Liga HACESBIEN, desde los organizadores hasta los árbitros pasando por los entrenadores y los periodistas.

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