jueves, 31 de julio de 2008

De pollo frito, pimientos y baloncesto


Hace unos meses entré en el siempre oscuro feudo del rey maligno, el orondo amo del calabozo que regenta el Polideportivo-Invernadero de Santiponce. Para mi sorpresa, había 10 personas jugando a baloncesto, cosa que sólo ocurría con el extinto equipo de jugones con el que entrenaba. El hecho de ver esa bonita estampa hizo que me sintiera bien, que recordase los viejos tiempos de la cancha de mi barrio en Huelva, cuando teníamos que coger número para tirar a canasta y nos llevábamos las horas muertas jugando a rey de pista (ver primeros artículos de este blog). Pero las estrellas se alinearon y un señor de ojos azules se dirigió a mí y me preguntó: "¿Quieres jugar?". Eso fue ya la hostia.


Y, si con todo eso fuera poco, resulta que el ambiente era sano, competitivo, de baloncesto en equipo, de basket de los 80 (la mayoría hemos mamado la época dorada de la NBA y los años dulces de Epi, Villacampa, Montero, Corbalán, Brian Jackson y compañía), de risas al escuchar frases de los jugones como: "Esta gente pasa mucho el balón, ¿no?". Luego resultó que el señor de ojos azules era Manolo Conejo, el primer fan de mi blog (curioso fue conocerle primero en el ciberespacio, cuando vivíamos uno pegado al otro), y el muy aglutinador arrastraba con él a un grupo humano excelente relacionado con la ingeniería, el agua, las obras hidráulicas, el abastecimiento, las infraestructuras y el medio ambiente.


Me encanta el compromiso de la gente con la pachanga de los martes, tan difícil de encontrar en estos tiempos en los que nos movemos como plagas de langosta, todos al unísono, en grandes y perfectas urbanizaciones de dos en dos, con los problemas de tener que consensuar las pasiones con tu pareja, tus compromisos familiares, tu trabajo y tu vida, en muchos casos, lejos de Santiponce (tremendo lo del gran Juan Chica, viniendo de Huelva para jugar en lugar de irse a su casa a descansar con su mujer y su retoño).


En definitiva, que brindo por multiplicar ratos como éstos, con gente que se puede hablar de todo, altruista en la cancha y en la vida, con el Aquarius siempre como elemento recurrente y con la camarera del Mama Juana en el recuerdo (ahora tenemos al gran descubrimiento: la chica del Pisotón). Gracias a todos por estar ahí y esperemos que el CB Pajartillo, como lo ha bautizado Luisfer, siga creciendo a pesar del amo del calabozo. Las bombas de Rafa, los tiros a tabla de Manolo García I, los cuasi-mates de Edu, los triples de Lupe, la suspensión con patada de Víctor, las entradas kamikaze de Francisco Javier, los rebotes y la clase de Luisfer, la solvencia de Dani, la progresión estratosférica de Manolo García II, la magia de Manu (perdón a los que me olvido de nombrar)... El baloncesto pachanguero hecho arte.

jueves, 24 de julio de 2008

Claver, el futuro inmediato del baloncesto español


Dentro de mis contactos en la tercera fase con los prohombres del basket español, mención aparte merece Víctor Claver, que lamentablemente se ha quedado fuera de los 12 elegidos para meter la canasta decisiva en el último partido. Estuve un rato charlando con él y todos los calificativos se quedan cortos: culto, simpático, cercano, humilde hasta límites insospechados, maduro a sus 19 años, dialogante, cariñoso... Un pedazo de jugador y mejor persona, como se suele decir en estos casos.


Me contó su experiencia en los campus de verano de Lakers, Blazers y Kings. "Me levantaba temprano y hacía técnica. Por la tarde, físico y táctico", expresó este pelirrojo encantador que será el referente del baloncesto europeo dentro de tres o cuatro años. Fijaros si tiene los pies en el suelo que le pregunté: "¿Crees que tienes alguna posibilidad de ir a los Juegos?". Y me contestó con mucha tranquilidad: "No, está muy difícil. Si Garbajosa está bien, no iré, pero no pasa nada. Todavía soy muy joven y tendré más posibilidades". Seguro, colega, seguro.


Mi receta para que llegues a lo más alto en tu crecimiento personal y profesional es la siguiente: vete del Pamesa, ficha por algún grande (Tau, Madrid, Barcelona o Joventut) que apueste por tí como 4-5 titular; baquetéate en la Euroliga y en la ACB, promedia 20 puntos por partido y luego, da el salto a un buen equipo NBA que te garantice minutos (por Dios, no ingreses en Portland).


UN FUERTE ABRAZO, VÍCTOR. ERES DE ESAS PERSONAS QUE HACEN QUE MEREZCA LA PENA TODO EL ESFUERZO POR MANTENER VIVA LA LLAMA DE ESTA PASIÓN LLAMADA BALONCESTO.
PD: Para los que quieran deleitarse con imágenes de la experiencia de Claver en la NBA, pueden clicar aquí: http://www.youtube.com/watch?v=f6HvtyQr3Ak&eurl=http://www.basketdraft.com/2008/06/vdeo-del-workout-de-vctor-claver-con.html

Calderón, esa estrella cercana


A CONTINUACIÓN, REPRODUZCO MI PRIMER CONTACTO CIBERNÉTICO CON UNA ESTRELLA DEL BASKET MUNDIAL: JOSÉ MANUEL CALDERÓN (4 de mayo de 2007).


No sé cómo dirigirme a tí.>> Me siento como si fuera a declararme a la tía de mis sueños (entiéndeme,> no soy gay).>> La vorágine de sensaciones que me invadió el glorioso 3 de septiembre de> 2007 (no sé si celebrar mi aniversario de boda el 3 de junio, día en el> que me casé en el Monasterio de La Rábida, en Huelva, o el día de vuestro> golpe encima de la mesa ante Grecia) todavía me dura. Los pósters, los DVD> de Marca, la colección de los partidos que sacó El Mundo... Nada es> suficiente para tener presente semejante hazaña. Y todavía tengo que> escuchar a algún cenizo que me echa en cara que, si los americanos> hubieran llegado a la final, hubiéramos sido plata (ésa es la pena, que> tal y como estábais jugando, los griegos nos privaron de que el sueño> fuera ya de dimensiones bíblicas).>> Creo que eres consciente de que personificas el sueño del hombre 'made> himself' y que estás alimentando de ilusión a miles de chavales que todos> los días luchan con sus padres para encontrar ese hueco diario para el> basket, un deporte que, gracias a vosotros, tiene ahora más presencia en> los medios de comunicación (y no al revés). Me encanta tu filosofía de> juego, en perfecto equilibrio entre el altruismo y el derroche individual> de técnica y físico. Si las lesiones lo permiten, serás por muchos años el> base de la selección, más grande ya que Corbalán, con esa humildad que te> caracteriza y que demuestras con tus continuas referencias a tus raíces> (por cierto, soy de Huelva, pero mi hermano estuvo trabajando 11 años en> Mérida, así que conozco perfectamente la tierra de barros). Por cierto, tú> no tienes ese típico acento cantarín("Chacho, ¿qué pasa contigooooo?").>> Bueno, un abrazo y mucha suerte pa mañana, a ver si le quitáis esas> ínfulas al feo de Vince Carter y al maltratador Jason Kidd.


>> UN FUERTE ABRAZO Y MUCHAS GRACIAS POR HABERME HECHO TAN FELIZ DESPUÉS DE> 20 AÑOS (el tiempo que llevo viendo y practicando baloncesto) DE SUEÑOS> ROTOS.


>> PD: Fíjate si soy fanático del basket, que mi despedida de soltero fue un> partido con los amigotes en el Palacio de los Deportes de Huelva, con> speaker, presentación a lo NBA, música, árbitro, marcador electrónico y> camisetas hechas para el evento (jaraneros vs. cofrades). Por supuesto,> ganó mi equipo, 50-35.


RESPUESTA DE CALDERÓN A PACO NÚÑEZ:


> hola paco


lo primero gracias por escribir y por tu apoyo.
ya se que no tengo ese acento cantarin pero es que llevo mucho tiempo fuera de casa


un saludo

jose manuel calderon

Las manías de Garbajosa


Es uno de los jugadores más carismáticos que ha tenido España desde Epi y Villacampa. Grande fue su actuación en la final de la ACB contra el Tau en 2006 y grande su capacidad de reinventarse continuamente, desde sus tiempos de pívot-pívot en el Taugrés hasta su temporada histórica en Toronto jugando de alero tirador. Pero, en los últimos tiempos se ha creado un halo de mártir alrededor de este barbudo y sereno Jorge Garbajosa que no le viene nada bien.


Entre las lesiones, su enfrentamiento con Bryan Colangelo en los Raptors y su adhesión fundamentalista a la selección española y a José Luis Sáez, se ha hablado demasiado de temas extradeportivos y se nos ha olvidado que es un cuatro único en Europa. Sólo le pongo dos peros: que abusa de los triples (podría penetrar de vez en cuando para encarar el aro con fuerza y sin miedo) y que se nota que es un hombre lleno de manías. Un ejemplo: en todas las fotos que se hizo con los compañeros del Master, incluido yo, no permitía que nadie le echara la mano por la cintura. Véase foto adjunta.


De todas formas, espero que 'Garba' pueda recuperar el ritmo normal de la carrera de un jugador de elite tanto en los Juegos Olímpicos como en el Kimkhi ruso (extraña decisión para un jugador que tiene la vida resuelta económicamente y que tenía ofertas de Real Madrid y Unicaja).

La espalda de Marc Gasol


Uno de los momentos álgidos del Master de la FEB fue la visita a la concentración de la selección española en San Fernando. Nada más entrar en el pabellón, se notaba el fresquito del aire acondicionado recién instalado y palpábamos la expectación, ya que había 50 niños en la puerta para entrar a ver el entrenamiento de los elegidos para la gloria.


Mis impresiones sobre los 12+3 fue muy buena. Estos prohombres ganan en las distancias cortas, salvo alguna que otra excepción. Calderón es la alegría serena (con ese gesto tan suyo de apretar los labios); Raúl López, el eterno adolescente; Ricky Rubio, el niño que cumplió el sueño de todos los 'mopas'; Berni, el relaciones públicas intenso; Mumbrú, el bromista que miraba de soslayo a todos los presentes; Jiménez, el capitán mudo que sienta cátedra con su esfuerzo; Navarro, demasiado serio durante todo el día (¿Se estará arrepintiendo de su decisión?); Rudy, el pija que se transforma en 'heavy' cuando salta a la cancha; Felipe, un poco harto de las fotitos y los autógrafos; Garbajosa, el maniático que no quería arrimarse a nadie; Marc Gasol, un cavernícola entrañable que pasaba por allí; Pau, el gran ausente; Víctor Sada, el hombre al que le di una asistencia para que fallara un triple; Juanjo Triguero, el refuerzo del Caja que ha sido un visto y no visto en la selección; y Víctor Claver, un pedazo de 'crack' en todos los sentidos.


La imagen habla por sí misma. Érase una vez un hombre a una espalda pegado. Como Marc me echó su pesado brazo sobre los hombros, yo le rodeé por una cintura infinita... De hecho, no se me ve la mano, ¿verdad? Nunca he visto un diámetro de tren superior igual (supongo que estará a la altura del Enterrador o de Hulk Hogan). Por no hablar de la diferencia de altura (y yo mido 1,82 metros).


Viéndoles trabajar, comprobando cómo Aíto introduce nuevas y enriquecedoras variantes tácticas en ataque y en defensa, cada vez estoy más convencido de que podemos plantarles cara a los americanos (lo de ganar, ya sabéis, depende de que entre o no la pelotita en el último segundo).

martes, 8 de julio de 2008

El final de un sueño


Escalofríos. Insomnio. Duermevela con despertares inquietos. La luz de la farola que penetra por la ventana de mi habitación crea el ambiente perfecto para vivir una noche de vampiros y hombres lobo, de serpientes y veneno en la piel. De repente, la muñeca de Cristóbal Rojas emite un haz de fuego desde la esquina de una cancha color sepia y un balón de colores explota ruidosamente contra el aro. También aparece un holograma de Antonio Márquez subiendo el balón, marcando jugada y diciéndole a Jerome Mincy que corte por la zona. A su lado, el rocoso Devin Devis utiliza sus puños para ganarle la posición a un monstruo de tres cabezas y, en el fondo de la espiral, Jimmy Oliver lanza piedras con un tirachinas para doblegar a una criatura abisal.

En la quinta estación del Averno, esclavos de chaqueta y corbata mueven un torno gigantesco a latigazos para purgar sus pecados mientras cientos de bloques de pisos les caen encima una y otra vez. En lo más profundo del Infierno, los banqueros y sus adláteres cuentan su dinero en un potro de tortura. Se mezcla la sangre con la polución de las fábricas, todo ello sazonado por la miseria humana y los intereses políticos.

Mientras tanto, Vilches se pone su cota de mallas y lucha contra el dragón de la indiferencia, preocupado porque la plebe, la turba, le da la espalda. Un silencio sepulcral recorre todo este paisaje de ‘Sleepy Hollow’. Es el silencio de todos y cada uno de los ciudadanos de una ciudad aletargada, orientada sólo al populismo, la adoración de los distintos vellocinos de oro, el cachondeo, las fuentes, las rotondas y la ignorancia. En mi pesadilla, el páramo de tierra inservible, negra como un pozo petrolífero perdido en el desierto, se llama Huelva y el baloncesto (y el voleibol y otros tantos deportes que han vivido y muerto ante la indiferencia de un pueblo) es su chivo expiatorio.

Los caballos corren desbocados y miles de aves de rapiña merodean por las vísceras del enfermo terminal, dispuestas a sacarle las entrañas en un abrir y cerrar de ojos, en una orgía de sangre y huesos. En el ocaso de los tiempos, Dainenko, Ray Smith, Luis Barroso, Morcillo, Javi Chica, Benítez, Vickery, Álex Burgos, Pablo Martínez, Antonio Gómez, Eric Sánchez y Valdeolmillos lloran lágrimas negras atados al mástil de un barco a la deriva que acabará engullido por el Kraken.

Ya bien entrada la madrugada, dando vueltas compulsivamente en una cama encharcada, mi subconsciente recuerda los dioses que pasaron por esta tierra yerma: Djordjevic, señor del carisma; Herreros, caballero español insigne; Arlauckas, dios de la caza; Tachenko, dios de las alturas; Bennett, amo del tiempo; Garbajosa, señor de los triples; Bodiroga, adalid de los recursos técnicos, y un sinfín de leyendas más.

El día comienza a clarear, pero mi pesadilla se tiñe de color marrón cada vez más. No hace mucho tiempo en una galaxia no muy lejana, una Estrella de la Muerte construida a orillas del Tinto y el Odiel despedaza el planeta Baloncesto con rayos láser de incomprensión e insolidaridad. El jedi Pepe Rodríguez y el padawan Antonio Morón sacan sus espadas láser, pero la guardia imperial, la economía de mercado, la rentabilidad y la falta de compromiso y de amor propio de la sociedad onubense lo llevan al Lado Oscuro de la Fuerza.

Al final del mal sueño, Darth Vader no se quita la careta; las aves de rapiña no se convierten en pájaros de colores; el Kraken no es el abrazo de la victoria; los rayos láser duelen de verdad; el Infierno está lleno de especuladores, de banqueros y de políticos que siguen purgando sus innumerables pecados sometidos a castigos insoportables; la turba sigue inmóvil ante su propia autodestrucción mientras las fuentes, las rotondas y el centro comercial se mantienen en pie.

Trato de despertarme, de alejar los malos augurios con agua purificadora; de convencerme a mí mismo de que las noches de gloria no se han acabado; de que los cuervos, ese ciudadano anónimo, no le han arrancado los ojos al club de sus amores; de que seguiré viendo vibrar a Lolo, a Damián, a Bobby, a Saraiva, a Salazar, a Pedro, a Manoli, a Javi Zalvide y a tantas otras almas que se quedan con el corazón roto. Pero me incorporo con la cara empapada y no sólo es de sudar. Una lluvia ácida cae sobre mis ilusiones y el invierno nuclear se apodera del baloncesto onubense. Cerraré los ojos con fuerza y trataré de volverme a dormir para no enfrentarme a la cruda realidad del vacío, de la nada, de los oscuros tiempos que se avecinan.