jueves, 24 de julio de 2008

La espalda de Marc Gasol


Uno de los momentos álgidos del Master de la FEB fue la visita a la concentración de la selección española en San Fernando. Nada más entrar en el pabellón, se notaba el fresquito del aire acondicionado recién instalado y palpábamos la expectación, ya que había 50 niños en la puerta para entrar a ver el entrenamiento de los elegidos para la gloria.


Mis impresiones sobre los 12+3 fue muy buena. Estos prohombres ganan en las distancias cortas, salvo alguna que otra excepción. Calderón es la alegría serena (con ese gesto tan suyo de apretar los labios); Raúl López, el eterno adolescente; Ricky Rubio, el niño que cumplió el sueño de todos los 'mopas'; Berni, el relaciones públicas intenso; Mumbrú, el bromista que miraba de soslayo a todos los presentes; Jiménez, el capitán mudo que sienta cátedra con su esfuerzo; Navarro, demasiado serio durante todo el día (¿Se estará arrepintiendo de su decisión?); Rudy, el pija que se transforma en 'heavy' cuando salta a la cancha; Felipe, un poco harto de las fotitos y los autógrafos; Garbajosa, el maniático que no quería arrimarse a nadie; Marc Gasol, un cavernícola entrañable que pasaba por allí; Pau, el gran ausente; Víctor Sada, el hombre al que le di una asistencia para que fallara un triple; Juanjo Triguero, el refuerzo del Caja que ha sido un visto y no visto en la selección; y Víctor Claver, un pedazo de 'crack' en todos los sentidos.


La imagen habla por sí misma. Érase una vez un hombre a una espalda pegado. Como Marc me echó su pesado brazo sobre los hombros, yo le rodeé por una cintura infinita... De hecho, no se me ve la mano, ¿verdad? Nunca he visto un diámetro de tren superior igual (supongo que estará a la altura del Enterrador o de Hulk Hogan). Por no hablar de la diferencia de altura (y yo mido 1,82 metros).


Viéndoles trabajar, comprobando cómo Aíto introduce nuevas y enriquecedoras variantes tácticas en ataque y en defensa, cada vez estoy más convencido de que podemos plantarles cara a los americanos (lo de ganar, ya sabéis, depende de que entre o no la pelotita en el último segundo).

1 comentario:

Luis M. Domínguez dijo...

Nuñez pareces un enano al lado de Marc. Imáginate lo que se necesita para parar al bicho ese en carrera.
Habrás disfrutado mucho en ese evento,ya que todos los días no se tiene la oportunidad de estar tan cerca de tus ídolos del deporte a los que sigues aunque juegen de madrugada.

Illo un abrazo